En el entorno actual, la gestión del cliente y el marketing se parece cada vez más a una guerra de trincheras. Ganar un nuevo cliente resulta cada vez más costoso, y cada centímetro de avance frente a la competencia se cuenta como una victoria. La información se está convirtiendo en la clave que puede decidir el resultado de cada batalla por el cliente.

Quizás una de las grandes carencias que podemos encontrar en las empresas y organizaciones es la Vigilancia, en toda su extensión, estratégica, de mercados, de competencia o tecnológica. La Vigilancia consiste en recopilar y analizar información de forma sistemática, externa e interna a la organización, con el objetivo de poder trazar planes, definir estrategias y tomar decisiones.

El concepto de software de gestión documental surgió hace más de dos décadas, y poco a poco ha ido ganando terreno en las organizaciones, sobre todo en la Administración Pública y las grandes empresas. En estos entornos el coste asociado a la gestión de la documentación y su contenido es tan alto, que pocos se atreven a cuestionar su conveniencia.

Hace ya varias décadas David MacCleland comenzó a manejar el concepto de "competencias". Ya desde el primer momento se asoció con la adecuada gestión de habilidades, comportamientos y conocimientos necesarios para guiar a las organizaciones, empresariales o de otro ámbito, hacia unas elevadas cotas de optimización de sus recursos humanos. La gestión de competencias suponía, y supone, poner en valor el talento de los equipos de colaboradores, conocer el presente y estar preparado para las posibles necesidades de la organización en el futuro.

La calidad total es una filosofía que lleva a las organizaciones a fomentar una cultura organizativa orientada hacia la mejora continua. Se plantea casi como un reto de superación permanente que afecta a todas las áreas de la organización y por extensión a todos sus miembros.