Hace varios días – en realidad semanas – que Carmen Cruz (@carmenfutuver), nuestra directora de Marketing me pidió que escribiera un artículo sobre gestión documental.

Me quedé pensando: ¿qué demonios? ¿Por qué no se lo habrá pedido a alguno de nuestros especialistas? Nuestro equipo técnico tiene unos conocimientos increíbles sobre escáneres, drivers, curvas de aprendizaje, tiempos, integración, tifs, jpgs, resolución, bases de datos, gramajes, expedientes, normas MOREQ, biométricos, firma electrónica, ISOs… que en fin: hubieran resultado en un artículo técnico interesantísimo.

Empecé a pensar en escribir algún texto sobre el caso de éxito de alguno de nuestros clientes, por ejemplo la digitalización de los registros de la propiedad. En pocos años las administraciones han pasado de inscribir en un folio físico en papel los datos de las hipotecas de cada ciudadano, a hoy en día contar con registros de la propiedad totalmente automatizados.

Orgullosamente, hoy decimos que el primer Registro de la Propiedad en el mundo que lo consiguió fue también el más grande y el que mueve los mayores volúmenes en cuanto a transacciones: el de la Ciudad de México, con el cual colaboramos.

Pero la digitalización y la gestión electrónica de documentos van mucho más allá de lo que hacen las Administraciones Públicas, y está totalmente presente en nuestras vidas. Por ejemplo mi biblioteca personal, con unos quinientos libros con un precio medio de 20 euros cada volumen, tiene un valor de 10,000 euros. Desde 2011, año en el que compré mi primera tablet, he comprado unos 200 libros digitales, con un valor medio de 10 euros: es decir, que el mismo conocimiento lo obtengo por la mitad de precio (cierto, lector: se pierde el romanticismo del papel).

Y este cambio de precios y agilidad en la gestión de documentos electrónicos y de la comunicación digital sigue paralelo y silenciosamente en evolución en nuestras vidas: cuando estoy de viaje mi hijo de tres años es capaz de escribirme un mensaje desde un teléfono móvil porque ve un teclado y todas las letras que ya conoce, y de esta manera compone palabras sencillas que envía gratuitamente como textos digitales a través de… Adivinen: Whatsapp, un gestor de comunicaciones personales que también gestiona un almacén de fotografías o vídeos…

“Eppur si muove” que decía Galileo, el proceso silencioso de gestión documental se expande, y llega a todos los ámbitos: las posibilidades de mejorar la comunicación, formación, seguridad de la información en nuestras vidas, negocios y administraciones públicas es imparable.

Y entonces la entendí, contáctenos (Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.). Nuestros técnicos les van a dar la mejor solución para que no tenga que luchar contra este movimiento que es imparable.